Ve, mi Ángel Guardián querido,
A la iglesia por mí, a la Misa a oír.
Ve, arrodíllate con devoción en mi lugar
y atesora para mí todas las gracias.
En el momento del Ofertorio,
por favor ofréceme a Dios Divino.
Todo lo que tengo y todo lo que soy,
Preséntalo con el Precioso Cordero.
Adorad por mí la gran Oblación.
Oren por todos los que más quiero
, estén lejos o estén cerca.
Acordaos también, queridos muertos míos,
por quienes se derramó la Sangre Preciosa de Cristo.
Y en la Comunión tráeme
la Carne y la Sangre de Cristo, mi futuro alimento.
Para darme fuerza y santa gracia
Una promesa para verlo cara a cara
Y cuando termine la Santa Misa
Entonces con Su bendición, volver a casa.